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jueves, 15 de diciembre de 2011

Quién tuviera la sencillez en la palabra para sin dar muchas vueltas escribir, fácil y sencillo lo que se quiere decir.
Yo no la tengo. No desde que me robaste la poesía a golpe y porrazo de sonrisas perturbadoras.
No desde que busco un lugar en el mundo, tan lejano que mi corazón no pueda alcanzarme.
Desde que rompiste la integridad de mi sexualidad y mi esperanza.
Ya no queda nada sencillo.
No en este mundo de sobresaltos precordiales.
No en el nacimiento del verso, en el vertiginoso abismo de la vida.
Quién tuviera la madurez temprana de la fruta,
para caer irremediablemente en los brazos del vacío.
Lejos, lejos de tu inexistencia o lejanía.
Donde esta plaga de recuerdos haya pasado
y mi cuerpo convaleciente vuelva a estremecerse
en la verdad de un mundo donde la belleza no quede prohibida.
Quién tuviera la sencillez de la palabra adiós.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Papeles mojados

Para ser escritor tienes que sorprender, usar palobras (palabras brutales sacadas de diccionarios cultísimos)y giros gramaticales hacer incomprensibles...

Para ser fotógrafo la clave es hacer fotos y sacarlas en GRANDE, EN GRANDEEEE...

Para triunfar hay que ser líder y eficiente y competitivo...

Para seducir...escalera de corazones...saber jugar y tirarte un farol...apostando fuerte, claro...

Para convencer blabla tienes que blabla hablar mucho y muy blabla rápido, para no dar tiempo a blabla pensar (¿pensar?).

Para sorprender basta que copies las sorpresas curradísimas de las películas.

La cultura es para los cultos, que son gente que saben demostrar que leen o van al teatro (da lo mismo que se queden dormidos).

Las chaquetas y las corbatas sacan a pasear a sus ejecutivos a eso de las ocho, para cumplir su papel de ser vistas.

Para ser artista da igual lo que hagas, lo importante es que lo cobres bien.

Para ser agradable basta un pequeño tomo de frases hechas (lo malo es que lo venden en volúmenes de a uno y lo difícil es encontrar el volumen adecuado en el momento justo).

Voy por la calle y veo la acera llenas de papeles. Papeles que esperan ser representados.

Llueve y todo el mundo corre a refugiarse con la cabeza gacha, nadie quiere ser papel mojado.

Nos replegamos sobre nosotros mismos (papiroflexia)...

Y deseamos cambiar los papeles con cualquiera y llevar corbata, pasar por cultos, seducir con nuestras palobras, cobrar por nuestro arte, hacer cosas grandes, GRANDES...

Pero cuando la lluvia corre por nuestro rostro y nos quedamos sin un papel que representar... cuando perdemos los papeles...cuando nos encontramos con nosotros mismos...

Tenemos miedo.


(Conclusión: Como es el hombre del saco un invento feroz de los adultos para controlar a los niños,los papeles son un invento feroz de las aceras de las ciudades, que se usan para educar a través del miedo, la conducta de los adultos).

Cuando nos encontramos con nosotros mismos...
Tenemos miedo.