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domingo, 9 de mayo de 2010

Tributo a la infancia (24 enero 08)

A esta entrada que ahora leeís le tengo mucho aprecio, la escribí hace un par de días en una noche tras estar todo el día estudiando, a las tres de la mañana y si lo hice fue porque es especial. Es tributo a la inocencia, a la infancia, a la fantasía y en general al cuento: mi querido compañero de infancia, el que derrumbó todas las barreras de los imposibles en los límites de mi imaginación. El que me abrió la puerta a la palabra escrita y me introdujo en el amor a la literatura del que nunca saldría. Esto es una reivindicación porque están asesianando a los niños y a los cuentos. Me motivó la canción que podeís escuchar en el espacio, escuchadla con atención, no tiene desperdicio. Ahí va, por los niños perdidos:

Buenas tardes señoras y señores
sacerdotes, damiselas y caballeros
reinas, mendigos y lores
vengo a comunicar aunque me duela la peor de las noticias
aunque ello torture sus conciencias:
hoy es día de lamento
pues despojado de su vida de inocencia,
HOY HA MUERTO EL CUENTO.

Ha muerto el cuento en un castillo muy, muy lejano
donde la imaginación ya no llega
no llega porque aburridos y aletargados
cortamos sus alas.
Porque ya sólo vuelan los aviones y los bosques son carreteras.
Porque la tierra se calienta y mure la primavera acosada por el verano
porque ya no hay niños que quieran
historias para poder dormirse.

Fue el cuento a morirse
cuando más falta hacía:
cuando se cambian cables y botones por la fantasía
y en los cajones los trompos y los disfraces dormitan.

Puede que el cocodrilo con el reloj dentro se comiera a Peter Pan
y nos dejara un Garfio dispuesto a agarrarse a cualquier cosa.
Puede que en el castillo de la Bestia cayera el pétalo de la rosa
que le unía a la vida,
que Bella presumida y altiva
eligiera al primer patán que pasara.
Hoy ha muerto el cuento, y las hadas
trabajan en esquinas y clubes de alterne.
Hoy los hombres de Julio Verne
utilizan su submarino para limpiar chapapote
o para hacer la guerra.
Hoy el Vagabundo dejará a la Dama por ser una perra.

Hamuerto la magia frente al negocio
¡fíjense! que el hada fue a casa de Gepetto para llevarse a Pinocchio
porque no tenía madre.

Prefieren menos personas y más marionetas.

Mentiras, más que mentiran nos mueven
poruqe ya no crecen las narices
fingimos que todos comen perdices
pero hay quien ni para pan tiene.

Aquí los protagonistas son los lobos
que dejan a los cerditos sin vivienda
que se comen a Caperucita
y a su abuela
y repiten plato.

Puedes besar a sapos y sapos
que si naciste Cenicienta
lucirás por siempre los harapos
que te colgaron de por vida.
Olvídate del príncipe, olvida
los zapatos de cristal que son para las princesas
bellas, despampanantes, voluptuosas, vacías e idiotas.

Cierra la boca
no te hagan comer la manzana como a Blancanieves
y seas por siempre preso de su veneno.
Que estas manzanas de las que hablo no son delicias
que, estas sí como las de Alicia
al tomarlas te haces más y más pequeño.

Ha muerto el cuento.
Pero no habrá duelo ni lágrimas por él
en estos hombres de hojalata.
Así vivimos... un mundo donde no hay cabida para los sueños
donde ya no existen ni los niños ni las nanas.

Déjenme contadles señoras y señores
auqnue no tengan ganas de oírlo
que la tortuga perdió frente a la liebre
y pese a no dejar de correr, nunca encontró la meta.
Los Pitufos abandonaron sus setas
para que se construyeran adosados.

Colorín colorado,
este y todos los cuentos se han acabado.
Mi corazón compungido llora en este momento
al decirle adiós a mi mejor amigo.

Quien lo conoció que no lo olvide
que retenga su recuerdo dentro.
Señoras y señores si aún le quedan voces,
canten este réquiem para el cuento.

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